EL OSO UNIVERSITARIO DE TODOS

De camino a nuestras clases matutinas en la Universidad Fernando Pessoa, divisamos un oso de peluche naranja, sentado, sin compañía, tirado en la calle, parecía abandonado. Me extrañó verlo allí, en un camino por el que pasan alumnos mayores de edad.

Dos horas más tarde, el oso del color de la alegría, estaba en las escaleras exteriores de acceso a la cafetería junto a Julia Santana, Paula Morales, Irina Yanes y Ana González, todas alumnas de primer año del Grado de Psicología. Me informan las futuras psicólogas de mi Universidad que van a hacer una propuesta en su clase para que el oso sea la mascota de Psicología.

El oso estaba “encantado” de convertirse en un universitario con todos los honores, privilegios y mimos. Una vez acicalado con muchas burbujas de jabón y perfumado del aroma, era bienvenido para transformarse en el peluche más querido de esta Universidad del municipio de Santa María de Guía.

Con la ilusión contagiosa que había por todas las escaleras con la llegada del nuevo personaje a nuestras vidas, ni pensé en preguntar cómo se llama el nuevo compañero universitario de todos. ¿Alguien lo sabe? Yo, le llamaría Álvaro para no olvidar a nuestro compañero que ya no está con nosotros y nos ha dejado consternados.