Si hubiéramos ganado Eurovisión, otro gallo cantaría.

El Festival de Eurovisión de este año celebrado en Kiev, capital de Ucrania, ha revolucionado las redes y es el tema principal de conversación de los alumnos de la Universidad Fernando Pessoa Canarias.

Las expectativas estaban altas con respecto algunos países, como eran Italia y Portugal, pero también habían decepciones, como era, como no, con España. Manel Navarro, cantante español, fue “elegido limpiamente” por el jurado, que este año, casualmente, tenía más poder que el público a la hora de elegir a nuestro representante. Finalmente llegó el día de nuestra actuación delante de todo el mundo, es cierto que todos nos encontrábamos bastante descontentos con nuestro cantante, pero siempre quedaba alguna esperanza, la cual se perdió el momento que salió al escenario. Toda mi familia y yo estábamos sentados frente al televisor escuchando la actuación de España, comentando y criticando, más uno que otro, para que engañar, hasta que escuchamos lo que nos dejó en estado de shock, era un sonido chirriante e inesperado, nuestro representante había fallado una nota estrepitosamente. Lo mejor de esto era leer los comentarios de la gente por la red social Twitter, quienes crearon en menos de diez minutos miles de bromas y burlas sobre dicho “gallo”. Obviamente, terminamos los últimos con sólo cinco puntos, un récord. Pero este fallo no fue lo único que dio de hablar en el mundo entero, sino la bajada de pantalones de un espectador en medio de una actuación de una artista de Ucrania.

Finalmente el ganador fue el representante de Portugal con una canción lenta y que, personalmente, no me parecía la mejor para un Festival de Eurovisión.

Está claro que esta 62º edición será siempre muy sonada, y esperamos que los próximos años consigamos más de unos tristes cinco puntos con un representante a la altura.

Teresa Massieu Sánchez.